Cuando Google anunció que ya no permitiría el envío de correos electrónicos a través de su servicio de Gmail, rápidamente decidimos buscar una solución para nuestros usuarios de Anfibius. Sabíamos que teníamos poco tiempo antes de que comenzaran a solicitar soporte debido a la imposibilidad de enviar correos electrónicos desde Anfibius: facturas, notificaciones, alertas, cotizaciones, entre otros. Todo este proceso se detendría abruptamente, generando un cataclismo en nuestros servicios. Tras varios intentos, concluimos que la mejor opción sería apostar por una solución sólida y definitiva: un servicio de correo electrónico propio. Esta alternativa permitiría a nuestros usuarios de Anfibius enviar millones de correos electrónicos sin las restricciones que imponía el servicio de Gmail.
Por un lado, salimos beneficiados. Anteriormente, con el servicio de Gmail, no teníamos la posibilidad de enviar grandes cantidades de correos electrónicos en masa, como publicidad, ya que infringíamos la cuota diaria que solo nos permitía enviar menos de mil correos al día. Ahora, con nuestro propio servicio, podemos enviar millones de correos electrónicos sin remordimientos y sin ser identificados como spam.